A partir de las fotografías de los bosques inicié una serie paralela de pinturas donde tomo la misma temática, pero los colores vibrantes y las áreas plenas dan una estética contrapuesta a las fotografías de luz y energía. Neo pop, pintura extra plana donde los bosques son una excusa para dar lugar al color saturado y al juego de planos.
Color, espacio de pensamiento, detener el tiempo, meditación, el encuentro de dos colores, manipular la imagen, crear una realidad paralela. Partiendo del mundo real, la fotografía intenta una representación a través de la cual damos nuestra propia versión recortada de lo visto. La pintura, da una vuelta más allá de esa representación y lleva consigo un tiempo extendido del cual la fotografía carece. Ese tiempo, el que estamos junto a la tela, es un fragmento de nuestra historia, somos, lo que dura el acto de pintar, la pintura misma.
Creo que esa es la magia de la pintura y eso intento que suceda, también en cada fotografía.