Taller, espacio de trabajo manual e intelectual, de la creación y de la reparación.
Hace algunos años visité una galería de arte llamada Isidro Miranda y por esas cosas sin explicación me llevé una tarjeta de Laura Messing y su taller de arte. Fue la puerta enorme que me permitió entender y decidir mis próximos años. Fue la creación y la reparación de mi mismo, empecé a pintar en un espacio de libertad, camaradería en compañía de gente que también se creaba y reparaba. Noches enteras de trabajo, de compartir una comida con todos ellos, y la atenta y feroz mirada de Laura, obsesiva, compañera, punzante, y sobre todo facilitadora de todo aquello que teníamos para experimentar. Siempre habilitando el espacio para lo que viniera, con una profunda generosidad aún cuando hubiera ya que partir.
El taller, mi taller. Siempre será mi taller.
Daniel